Los hombres alcanzan a las mujeres en esperanza de vida: ¿qué ha influido en ello?
La diferencia entre la esperanza de vida de mujeres y hombres se ha reducido en todo el mundo. Esto se debe a la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, pero los científicos sugieren que la diferencia no desaparecerá por completo, dadas las diferencias biológicas entre los sexos.
El estudio fue recogido por New Scientist y publicado en la revista PLOS ONE.
¿Por qué empezó a estudiar la esperanza de vida?
Por lo general, las mujeres viven más que los hombres, a veces incluso décadas, como ocurre en algunas regiones del mundo. En ello influyen varios factores; en particular, los hombres tienen más probabilidades de trabajar en empleos físicamente exigentes y peligrosos, y son más propensos al consumo excesivo de alcohol y a otras adicciones. Sin embargo, con la mejora de la atención sanitaria, la concienciación sobre enfermedades como el sida y la reducción del consumo de alcohol y tabaco, la diferencia puede reducirse gradualmente. Y científicos de la Universidad de California en San Francisco se han propuesto investigar si la reducción de la diferencia entre la esperanza de vida de hombres y mujeres es una tendencia mundial. Para ello, analizaron la mortalidad en 194 países entre 1990 y 2010, dividiéndolos en cinco grupos según la evolución de la esperanza de vida.
¿Qué dicen las cifras sobre el borrado de las diferencias?
El grupo de países con mayor esperanza de vida estaba formado por países ricos, como Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Japón. El grupo con la esperanza de vida más baja incluía sólo dos países: Ruanda y Uganda. Sin embargo, la pauta general fue una reducción de la diferencia en la edad de fallecimiento entre hombres y mujeres, aunque la diferencia se produjo en el ritmo al que los hombres “alcanzaban” a las mujeres.
En 1990, las mujeres de los países ricos vivían 4,84 años más que los hombres, y en 2010, sólo 4,77 años. Mientras que en Ruanda y Uganda, en 1990, la diferencia era de 10 años: los hombres vivían una media de 30,85 años y las mujeres 50,37 años. En 2010, los hombres vivían mucho más: 14,37 años de media. Esto ha reducido la diferencia entre sexos a 6,09 años, teniendo en cuenta que las mujeres han empezado a vivir 0,94 años más.
Aunque los datos se limitan a 2010, las estimaciones de los autores indican que la tendencia se mantendrá al menos hasta 2030. Pero, al mismo tiempo, no debemos descartar las diferencias biológicas que pueden hacer que la diferencia de esperanza de vida entre los sexos sea desigual. En concreto, el propio cromosoma Y se asocia a un mayor riesgo de muerte, enfermedades cardiovasculares y trastornos relacionados con la edad.