Los astrónomos se acercan por fin a desentrañar el origen de los mayores agujeros negros del Universo

Los astrónomos modernos están cada vez más cerca de resolver el misterio del origen de los agujeros negros más masivos y antiguos del Universo.

Gracias a los datos obtenidos durante las observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb (JWST), los científicos han reunido pruebas irrefutables de que en el Universo joven existían agujeros negros de tamaño extremadamente grande.

Aunque los agujeros negros no pueden verse, los astrónomos estudian los cuásares, objetos ultrabrillantes alimentados por agujeros negros supermasivos. Cuando la materia cae en estos agujeros negros, se comprime y libera enormes cantidades de energía, lo que convierte a los cuásares en los motores más potentes del Universo.

El cuásar más antiguo conocido existía cuando el Universo sólo tenía unos cientos de millones de años. Esto plantea la cuestión de cómo pudieron formarse tales agujeros negros supermasivos en las primeras etapas del Universo, dado que el mecanismo conocido de formación de agujeros negros asociado a la muerte de estrellas masivas produce agujeros negros con masas sólo unas pocas veces superiores a la masa del Sol.

Un grupo de astrónomos de la Universidad de California en Los Ángeles y de la Universidad de Tokio sugieren que diminutos agujeros negros podrían haber desempeñado un papel clave en este proceso. Según su estudio, es probable que el proceso de formación de agujeros negros supermasivos comenzara con agujeros negros diminutos que existieron en los primeros segundos tras el Big Bang.

En las condiciones de alta intensidad de los procesos físicos de entonces, el cosmos creó innumerables pequeños agujeros negros formados a partir de la espuma que llenaba el espacio-tiempo. Aunque la mayoría de ellas han desaparecido hace tiempo, algunas han sobrevivido hasta nuestros días.

Estos pequeños agujeros negros, al evaporarse y emitir radiación, podrían proporcionar el calor necesario para evitar que las nubes gigantes de gas se fragmenten en estrellas, lo que les permitiría colapsar lentamente hasta convertirse en agujeros negros supermasivos.

Este estudio no sólo ofrece una posible explicación del origen de los primeros agujeros negros, sino que también demuestra cómo procesos físicos simples interactúan de formas inesperadas en el Universo primitivo.

Fuente nv
También podría gustarte
Comentarios
Loading...

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Suponemos que está de acuerdo, pero puede darse de baja si lo desea. Acepte Seguir leyendo