Las 5 ciudades más inteligentes de Europa
El Índice de Ciudades Inteligentes es una clasificación anual de las ciudades más inteligentes elaborada por el Centro Mundial de Competitividad del IMD. La medida en que las megaciudades son “inteligentes” la determinan sus habitantes. En cada encuesta participan 15.000 ciudadanos a los que se hacen 39 preguntas sobre indicadores económicos y tecnológicos. Entre los factores importantes figuran las infraestructuras de base tecnológica, un transporte público cómodo, Internet de alta velocidad, un entorno favorable a las empresas, nuevos puestos de trabajo y el uso de energías limpias.
Zúrich (Suiza)
Zúrich es el hogar de cerca de 2 millones de personas que la consideran un lugar ideal para vivir. El desarrollo de la ciudad se basa en un Gemelo Digital, una nueva tecnología que permite crear un duplicado virtual de objetos y procesos físicos. Esto permite mejorar al máximo la ubicación de la infraestructura. Por la metrópoli circulan unos 600 trolebuses, autobuses y tranvías controlados por el Sistema de Transporte Inteligente. Este enfoque centralizado ayuda a evitar cualquier alteración del horario. Las emisiones nocivas del transporte público se reducen al mínimo gracias a la electrificación.
Oslo (Noruega)
La capital noruega es una constante en las listas de ciudades inteligentes. Oslo es conocida por su activa lucha contra el cambio climático y planea convertirse en una ciudad neutra en carbono para finales de 2030. Las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen gracias a los sensores de movimiento de las calles, que ajustan automáticamente la iluminación en función del número de peatones, ciclistas y vehículos. Durante la construcción en Oslo, se instalan chips para controlar la calefacción y la refrigeración de los locales. Se ofrece aparcamiento gratuito y acceso libre a puntos de recarga para animar a los ciudadanos a pasarse al coche eléctrico.
Copenhague (Dinamarca)
La principal ciudad de Dinamarca es líder entre las megaciudades que consiguen reducir su impacto negativo en el medio ambiente. Un sistema de vertederos neumáticos ayuda a mantener limpias las calles, permitiendo que los residuos se desplacen por tuberías y liberando las calles de camiones de basura. La mitad de los habitantes de la ciudad son ciclistas. Para animar a la población a pasarse a las dos ruedas respetuosas con el medio ambiente, Copenhague se ha preocupado de mejorar las infraestructuras de transporte. Los semáforos se ajustan para reducir los tiempos de espera de quienes van en bicicleta. Los carriles bici están equipados con indicadores que avisan de las fases de los semáforos, para que la gente pueda acelerar o frenar a tiempo.
Londres (Reino Unido)
La capital británica ha logrado resultados asombrosos en casi todos los aspectos. Los londinenses utilizan semáforos inteligentes, sistemas de control del tráfico y sistemas de pago para el transporte público. Las farolas ajustan automáticamente la luminosidad en función de las necesidades. Se instalan sensores por todas partes para recoger datos sobre los niveles de ruido y la calidad del aire y el agua. Cada año crece en la ciudad el número de edificios energéticamente eficientes que reducen las emisiones de CO2. Esta ciudad inteligente ha conseguido aumentar su capital humano atrayendo a programadores y jóvenes empresas más que ninguna otra.
Amsterdam (Países Bajos)
Los dirigentes de esta ciudad holandesa están entusiasmados con la aplicación de conceptos inteligentes. En Ámsterdam utilizan la tecnología de generación de electricidad a partir del dióxido de carbono. Se espera que en 2025 sea la primera ciudad de emisiones cero de Europa. Al fin y al cabo, el Gobierno planea prohibir completamente los coches de gasolina y diésel.
En muchas ciudades europeas, el futuro ya ha llegado. Ucrania aún no es un país puntero en la aplicación del concepto de ciudad inteligente. La mayoría de las hromadas ucranianas están sólo al principio de su viaje hacia la digitalización.
