La última fotografía tomada por el telescopio espacial Hubble capta la colisión de dos galaxias espirales, NGC 6040 y LEDA 59642, a una distancia aproximada de 570 millones de años luz de la Tierra.
Este increíble acontecimiento cósmico parece espectacular y dinámico, pero en realidad es bastante lento y tardará cientos de millones de años.
La estructura resultante de Arp 122 puede acabar fusionándose en un monolito de polvo, gas y materia oscura.
Los astrónomos que llevan mucho tiempo estudiando las colisiones galácticas observan que tales fusiones pueden dar lugar a la formación de una única galaxia más masiva. Algunas hipótesis relacionan estas turbulencias galácticas con el proceso de formación estelar, pero a pesar de la activa investigación, gran parte sigue siendo un misterio.
Según el Centro de Astrofísica de Harvard, entre el 5% y el 25% de todas las galaxias de nuestro Universo están en proceso de fusión. La variedad de formas de estas fusiones es el resultado de la interacción gravitatoria.
A pesar de la abundancia de material para estudiar, los astrónomos admiten que la ciencia moderna sabe muy poco sobre las fusiones de galaxias.