Astrónomos descubren por primera vez un arco iris cerca de un lejano “planeta infernal” fuera del Sistema Solar

Hablamos del exoplaneta WASP-76 b, que deleitó a los investigadores con un brillante espectáculo de luz, más conocido como “gloria”; hasta ahora, sólo se había observado dentro del Sistema Solar.

El planeta del infierno

WASP-76 b se encuentra a unos 637 años luz de la Tierra y fue descubierto por primera vez en 2013. Se cree que el planeta, que tiene aproximadamente el 90% de la masa de Júpiter (pero el doble de ancho), destruyó a su vecino del tamaño de Mercurio en el pasado. Además, WASP-76 está extremadamente cerca de su estrella: una revolución a su alrededor dura 1,8 días.

En 2020, los investigadores descubrieron que el planeta está bloqueado marealmente, lo que significa que un lado siempre está girado hacia su estrella natal (igual que la Luna está girada hacia la Tierra). Como resultado, la temperatura del lado iluminado alcanza los 2400 °C (por eso el planeta es infernal), mientras que el lado oscuro es más frío. Esta ligera diferencia hace que metales como el hierro se evaporen en el lado claro y luego se condensen en forma de lluvia en el lado oscuro.

Exoplaneta WASP-76b. Fuente: ESA

Un punto brillante

En un nuevo artículo publicado a principios de abril en la revista Astronomy & Astrophysics (vía Live Science), los investigadores analizaron nuevos datos sobre WASP-76 b recogidos por varias naves espaciales (incluido el satélite Cheops de la ESA). Finalmente, se descubrió un extraño punto luminoso a lo largo del borde oriental del exoplaneta, en la frontera entre el día y la noche permanentes del planeta.

Los investigadores sugieren que este punto brillante podría ser una gloria, un raro fenómeno óptico visto en la Tierra, que suele consistir en anillos iridiscentes concéntricos que forman un círculo gigante.

Imágenes simuladas de la gloria. Fuente: ESA

 

En la Tierra, la gloria se forma cuando la luz solar penetra a través de pequeñas aberturas entre las moléculas de agua de las nubes o la niebla, refractándose y dividiéndose en ondas separadas. El arco iris funciona de forma similar, salvo que la luz se curva debido a la difracción (es decir, cuando la luz se curva alrededor de un obstáculo en lugar de refractarse, o cuando la luz se curva al atravesar diferentes medios).

“Se necesitan condiciones muy especiales”, afirma el autor principal, Olivier Demangeon, astrónomo del Instituto de Astrofísica y Ciencias Espaciales de Portugal.

“Las partículas atmosféricas deben tener una forma esférica casi perfecta, ser completamente homogéneas y suficientemente estables”.

Y la orientación correcta del observador también influye. Es muy posible que, en condiciones similares, el efecto pueda observarse en otros planetas (los astrónomos han observado anteriormente gloria en Venus).

“Necesitamos buscar más pruebas para afirmar de forma concluyente que esta intrigante ‘luz brillante’ es una rara gloria”, afirmó Therese Lüftinger, astrofísica de la ESA que no participó en el estudio. “Probablemente necesitaremos instrumentos más potentes, como los del telescopio espacial James Webb”.

Fuente itc
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