El 14 de marzo, la empresa de Elon Musk realizó la tercera prueba del sistema de transporte Starship.
Los ingenieros de SpaceX lograron varios avances importantes durante el último lanzamiento: abrieron y cerraron la bahía de carga de la nave estelar, realizaron una prueba de bombeo de combustible (aún no se sabe el éxito que tuvo), pero no consiguieron llevar la etapa superior de la nave estelar al océano Índico como estaba previsto.
Durante la reentrada, la nave se estrelló a una altitud de 65 kilómetros.
La última etapa de la vida de Starship fue captada gracias al sistema de comunicación por satélite Starlink.
Los telespectadores que siguieron la emisión pudieron ver en tiempo real cómo la nave estelar regresaba a la atmósfera de nuestro planeta envuelta en una nube de plasma.