Un piloto estadounidense derriba siete drones kamikazes Houthi, recordando el derribo del Shahed-136 por un MiG-29
Para proteger la navegación en el Mar Rojo no sólo se utilizaron aviones de los portaaviones de la US Navy, sino también de los buques de asalto anfibio, incluidos los aviones de despegue y aterrizaje vertical AV-8B Harrier II.
Al mismo tiempo, el capitán Earl Earhart, piloto de uno de los AV-8B Harrier II del 231º Escuadrón de Aviación del Cuerpo de Marines, desplegado en el USS Bataan, declaró que había derribado un total de siete drones kamikazes yemeníes Houthi durante todo el tiempo que la US Navy estuvo en la región. Si se confirman estas afirmaciones, Earhart se convertirá en la piloto estadounidense más eficaz en cuanto a objetivos aéreos derribados desde la guerra de Vietnam, escribe la BBC.
Según el capitán del USMC Earl Earhart, tuvieron que adaptarse sobre la marcha para utilizar sus Harriers como medios de defensa aérea. Aunque estos aviones disponen del conjunto de armas y equipos adecuados para tales misiones -misiles aire-aire de los tipos AIM-120 y AIM-9, un cañón automático GAU-12 Equalizer de 25 mm a bordo y un radar AN/APG-65 a bordo.
Cuando el AV-8B Harrier II es guiado hacia objetivos aéreos, uno de los destructores Arleigh Burke de la US Navy se utiliza como puesto de mando, y el sistema de control de tiro Aegis se encarga de apuntar.
En cuanto al proceso de derribo de los drones kamikazes de los Houthis yemeníes sobre el Mar Rojo, el piloto del Harrier estadounidense nos contó los siguientes detalles. Según Earhart, los UAV se derriban sobre todo a corta distancia, con un cañón de avión. En cada caso, existe el riesgo de que la aeronave sea alcanzada por los restos del dron afectado al explotar.
El uso de misiles aire-aire de corto alcance como el AIM-9 se ve gravemente obstaculizado por el hecho de que los drones kamikaze tienen una débil firma térmica, lo que dificulta que los GWS infrarrojos fijen los objetivos.
La descripción de este problema recuerda a las historias sobre lo difícil que es para nuestros pilotos de MiG-29 derribar el Shahed-136
