El exoplaneta, descubierto a sólo 73 años luz de distancia, nos permite ver el aspecto que podría tener la Tierra bebé si estuviera encerrada en una órbita muy estrecha con su estrella. El mundo se llama HD 63433 d, un exoplaneta recién nacido que es sólo ligeramente mayor que la Tierra y orbita alrededor de una estrella similar al Sol. Es el planeta más pequeño que hemos encontrado con menos de 500 millones de años, una rara ventana a la formación de planetas similares a nuestro mundo, pero no exactamente iguales.
La Tierra es el único mundo en el que sabemos que hay vida. El estudio de las distintas formas en que se forman y evolucionan los planetas similares a la Tierra, especialmente alrededor de estrellas similares al Sol, ayuda a los científicos a comprender los ingredientes que permiten la aparición de la vida en otros lugares del Universo.
HD 63433 d es a la vez muy parecido a la Tierra y muy poco parecido a la Tierra, lo que significa que presenta una gran oportunidad. Y difiere de la Tierra en varios aspectos fascinantes.
“Es un planeta útil porque puede ser similar a la Tierra primitiva”, afirma la astrofísica Melinda Soares-Furtado, de la Universidad de Wisconsin-Madison, que dirigió la investigación junto con el astrónomo Benjamin Capistran, de la Universidad de Florida.
“Aunque se encuentra en una órbita muy cercana, podemos utilizar más datos para buscar pruebas de emisión de gases y pérdida atmosférica, que podrían ser importantes limitaciones para la evolución de los mundos terrestres. Pero ahí acaban las similitudes, y acaban de forma dramática”.
El mundo, del tamaño de la Tierra, fue descubierto durante un estudio realizado con el telescopio de caza de exoplanetas TESS, que observa las estrellas en busca de débiles caídas regulares de la luz estelar que indiquen la presencia de un exoplaneta en órbita. Midiendo los distintos efectos de un exoplaneta en la luz de una estrella, los astrónomos pueden determinar su tamaño y su masa.
HD 63433 es una enana amarilla que tiene casi el mismo tamaño y masa que el Sol, con un perfil de temperatura similar. Pero es mucho, mucho más joven, con poco más de 400 millones de años, en comparación con los 4.500 millones de años del Sol. HD 63433 es, en términos estelares, sólo un bebé; y los exoplanetas que lo orbitan. Hasta ahora, se han encontrado tres exoplanetas: dos mini-Neptunos detectados en 2020 y HD 63433 d.
Los datos del tránsito -esos incidentes de la luz de las estrellas durante la rotación- muestran que el radio de HD 63433 d es 1,1 veces el radio de la Tierra. Aún no conocemos su masa, pero este tamaño físico indica claramente una composición similar a la de la Tierra, un mundo rocoso como la Tierra, Marte o Venus.
El exoplaneta orbita su estrella en una órbita extremadamente estrecha cada 4,2 días. Esto significa que está muy cerca de su estrella, hasta el punto de que HD 63433 d probablemente esté bloqueado marealmente, con un lado siempre orientado hacia la estrella. Como este hemisferio recibe siempre todo el calor de la estrella, su superficie es probablemente un mar constante de roca fundida, dicen los científicos, con una temperatura diurna de 1.570 Kelvin (1.297 Celsius o 2.366 Fahrenheit).
De hecho, es un enorme océano de lava.
La Tierra, por supuesto, nunca ha estado tan cerca del Sol, pero pudo alcanzar temperaturas de hasta 2.300 Kelvin tras una colisión que desprendió un trozo del planeta para formar la Luna.
Todavía hay muchas cosas que desconocemos sobre HD 63433 d; el equipo espera que nuevas investigaciones nos digan algo más sobre él, incluida su masa; esto, a su vez, permitirá a los científicos calcular su densidad, lo que puede decirnos de qué está hecho el exoplaneta. Incluso podríamos determinar si tiene atmósfera y qué contiene.
“Este es nuestro patio soleado, y es muy emocionante”, dice Soares-Furtado. “¿Qué información puede aportar una estrella tan cercana con un sistema tan poblado a su alrededor? ¿Cómo nos ayudará cuando busquemos planetas entre quizás otras 100 estrellas similares de este joven grupo del que forma parte?”.
