Un nuevo estudio ha demostrado lo prometedor de combinar células cerebrales humanas con ordenadores. Las neuronas vivas aprendieron más rápido que los modelos artificiales y demostraron resultados casi idénticos.
Con la ayuda de células madre, los investigadores lograron crear una colonia de células que reproducen la estructura de las conexiones neuronales y las propias neuronas del cerebro humano. La colonia se denomina organoide cerebral. Se cultivó en una matriz de electrodos de alta densidad.
La red neuronal se llama Brainoware. La imagen de abajo la muestra a la edad de una semana a varios meses. Para el estudio, los investigadores utilizaron más de doscientas grabaciones de audio de japoneses pronunciando los principales sonidos. Tras el entrenamiento, Brainoware fue capaz de reconocer la voz con una precisión del 78%.
La siguiente tarea de los investigadores fue entrenar la red neuronal para resolver los mapeos de Eno. Esto se consiguió en cuatro días. Tras el entrenamiento, Brainoware fue capaz de resolver las ecuaciones con una precisión cercana al 80%. En este caso, el cerebro cultivado obtuvo mejores resultados que la inteligencia artificial sin una cadena larga de elementos de memoria a corto plazo (LSTM).
Si comparamos Brainoware y la inteligencia artificial con LSTM, la IA gana con una ligera ventaja a su favor. Sin embargo, es importante señalar que la red neuronal artificial pasó por 50 etapas de entrenamiento, mientras que Brainoware tardó 10 veces menos tiempo en entrenarse.
Los científicos creen que las colonias de neuronas vivas superarán a las actuales y prometedoras redes neuronales en chips. Esto se aplica tanto a la velocidad como a la rentabilidad. En caso de creación de sistemas bioinformáticos de pleno derecho, probablemente se planteará el problema de la naturaleza ética, pero esto aún está muy lejos.
