La NASA y Boeing desarrollan un avión X-66 ecológico

El cambio climático es quizá la amenaza más grave a la que se enfrenta el mundo en la actualidad. Según el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, la temperatura media mundial aumentará 2 °C a mediados de siglo. Para limitar el aumento de la temperatura global y evitar el peor de los escenarios, los países tienen que llegar a cero emisiones para entonces. De lo contrario, la situación será mucho peor.

Esto significa pasar a métodos más limpios en los sectores de la energía, el transporte y la aviación. La industria de la aviación está desarrollando tecnologías para reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono de los viajes aéreos y cumplir sus compromisos en materia de cambio climático. En apoyo de este objetivo, la NASA y Boeing han unido sus fuerzas para crear el avión experimental X-66, la primera aeronave que contribuirá a lograr cero emisiones en la aviación. La semana pasada, la NASA publicó una versión actualizada del concepto.

La configuración es idéntica a la presentada por la NASA y Boeing en la feria aérea AirVenture Oshkosh de la Asociación de Aviación Experimental (EAA) el año pasado. El diseño se basa en el concepto de ala reforzada. Incluye alas muy largas y delgadas con puntales diagonales estabilizadores desarrollados por Boeing. Esta configuración se basa en una serie de estudios denominados Subsonic Ultrasound Green Aircraft (SUGAR), en marcha desde 2011 para evaluar las ventajas de la tecnología híbrida eléctrica.

Combinada con un sistema de propulsión avanzado, una arquitectura de sistemas sofisticada y el uso de materiales modernos, esta configuración puede reducir el consumo de combustible y las emisiones asociadas hasta un 30% en comparación con los aviones comerciales. El desarrollo del X-66 comenzó a principios de 2019 como parte del proyecto Sustainable Flight Demonstrator (SFD), que forma parte de la Sustainable Flight National Partnership (SFNP) de la NASA. Como parte de este proyecto, Aeronáutica de la NASA está trabajando con la industria, el mundo académico y otras agencias para lograr cero emisiones en la aviación para 2050.

Para crear el X-66A, Boeing y la NASA modificaron el avión de pasajeros de fuselaje estrecho McDonnell Douglas MD-90. Las modificaciones incluyen un fuselaje acortado y la sustitución de las alas por versiones más largas y delgadas. Los motores también se trasladaron de la sección de cola a las alas y se sustituyeron por modelos eléctricos de gas. Boeing entregó el MD-90 en su planta de Palmdale (California) en agosto de 2023 y, desde entonces, ha retirado los motores y completado los trabajos en el ala de 3 metros que se utilizará para las pruebas aerodinámicas.

El objetivo último de este proyecto es crear una nueva generación de aviones de fuselaje estrecho respetuosos con el medio ambiente, que son los más utilizados en el transporte aéreo internacional.

Fuente vsviti
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