Una reciente foto tomada por un satélite de la NASA sobre Canadá ofrece una oportunidad única de contemplar la Aurora Boreal en luz infrarroja. La imagen fue adquirida por el instrumento Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) a bordo del satélite National Polar Orbiting Partnership de la NASA/NOAA.
El instrumento VIIRS, sensible a la emisión de luz tenue en un amplio rango espectral conocido como banda día-noche (DNB), utilizaba la luz lunar reflejada, así como fuentes terrestres y atmosféricas, para detectar la luz visible durante la noche.
La imagen en escala de grises resultante muestra la luz visible emitida por la aurora boreal al atravesar la atmósfera terrestre.
Cómo “funcionan” las auroras boreales
Las auroras son perturbaciones de la magnetosfera terrestre provocadas por fuertes tormentas geomagnéticas en el Sol. Este fascinante fenómeno se produce cuando numerosas eyecciones de masa coronal del Sol en forma de partículas cargadas se precipitan hacia la Tierra.
Tras chocar con la magnetosfera de nuestro planeta, algunas partículas quedan atrapadas en el campo magnético y acaban acelerándose en la alta atmósfera, donde excitan las moléculas de nitrógeno y oxígeno, liberando fotones de luz que forman la aurora boreal.
Las auroras suelen aparecer en forma de rayas verdes, pero también pueden aparecer en tonos rojos, azules, morados, rosas y blancos. Estos fenómenos celestes se observan con mayor frecuencia en las regiones de gran latitud en torno al Ártico, conocidas como auroras boreales, y en la Antártida, donde se denominan auroras australes.
Habrá más auroras
Los científicos prevén un aumento de la actividad solar este año, lo que provocará auroras más frecuentes para los observadores del cielo. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Sol se encuentra en su 25º ciclo solar, un periodo de mayor actividad del campo magnético que dura aproximadamente 11 años, y se espera que alcance su máximo solar, o pico de actividad, de enero a octubre de 2024.
