Los restos espaciales fueron simplemente expulsados de la estación -se suponía que se quemarían en la atmósfera terrestre-, pero uno de los fragmentos “sobrevivió” y atravesó el tejado y el suelo de la casa de dos plantas de un residente de Florida.
Los expertos de la NASA llegaron inmediatamente al lugar y se llevaron el objeto de un kilogramo para investigarlo más a fondo.
La agencia ha confirmado ahora que, efectivamente, “procedía” de la ISS y forma parte de un palé de carga con baterías viejas de 2.630 kg de peso (en concreto, una “viga de soporte”) que se desprendió de la estación allá por 2021.
La paleta de equipos EP-9 volvió a entrar a las 1929 UTC sobre el Golfo de México, entre Cancún y Cuba.
Esto estaba dentro de la ventana de predicción anterior, pero un poco al noreste de la parte “más probable” de la trayectoria.
Un par de minutos después de la reentrada habría llegado a Ft Myers.– Jonathan McDowell (@planet4589) 8 de marzo de 2024
El propio soporte está hecho de níquel (una aleación metálica que puede soportar condiciones extremas como altas temperaturas, presión o tensión mecánica), pesa alrededor de un kilogramo y mide 10 cm de altura y 4 cm de diámetro (un poco más pequeño que una lata de Red Bull estándar).
“Se esperaba que el equipo ardiera por completo durante la reentrada el 8 de marzo de 2024”, declaró la NASA.
“La ISS llevará a cabo una investigación detallada para determinar el motivo de la ‘supervivencia’ de los restos y actualizará los modelos y análisis según sea necesario.
Estos modelos requieren parámetros de entrada detallados y se actualizan periódicamente cuando se descubre que los restos han sobrevivido a la reentrada en la atmósfera terrestre.”
La historia de los restos de la ISS está relacionada con el lanzamiento fallido de la nave espacial rusa Soyuz hace más de 5 años, que se vio obligada a realizar un rápido descenso balístico debido a problemas con el vehículo de lanzamiento.
A bordo iban el ruso Aleksandr Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Haig; este último debía ir al espacio para instalar un nuevo juego de baterías de iones de litio suministradas por el carguero japonés HTV a la ISS, pero la misión se pospuso hasta 2018.
Este retraso en el calendario cuidadosamente elaborado echó por tierra todo el plan plurianual de actualización de las baterías del sistema eléctrico de la ISS.
Cada vez, la nave HTV entregaba baterías nuevas a la estación y recogía las viejas; la última vez ocurrió en 2020, y desde entonces el último diseño con baterías defectuosas ha permanecido en la ISS (otros vehículos de carga -Dragon de SpaceX, Cygnus de Northrop Grumman y Progress de Rusia- no pueden acomodar la bandeja de carga HTV).
En marzo de 2021, la NASA “expulsó” la carga de baterías con un brazo robótico: estuvo a la deriva en órbita durante tres años hasta que la resistencia aerodinámica empujó la estructura de nuevo a la atmósfera.