La degradación del BMP-3 ruso: de formidable infantería a “cañón de asalto” con vagas perspectivas
En el campo de batalla cercano a Kupyansk se está desplegando una nueva táctica: los ocupantes rusos están reequipando sus vehículos de combate de infantería BMP-3 con “cañones de asalto”.
Aunque el BMP-3 dispone de armas potentes, no puede hacer frente a las tareas del campo de batalla. La debilidad del blindaje hace vulnerable a la tripulación, y la disposición del vehículo no le permite disparar con eficacia.
Eficacia
Por un lado, el uso de los BMP-3 como “cañones de asalto” les permite disparar desde posiciones cerradas a una distancia de hasta 4 kilómetros.
Por otra parte, el blindaje del BMP-3 no resiste el fuego de respuesta, lo que hace que esta táctica sea arriesgada.
Alternativas
- T-54/55: los tanques sacados del almacén han demostrado ser eficaces “cañones de asalto”, pero sus existencias son limitadas.
- Sistema de artillería autopropulsada Pat-S: un sistema de artillería autopropulsada de 152 mm basado en el BMP-3, que se anunció en 2023 pero aún no se ha puesto en marcha.
- 2S25 Sprut: un cañón autopropulsado de 125 mm, pero con poca protección.
La transición a los “cañones de asalto” desde los BMP-3 es un síntoma de problemas más profundos en el ejército ruso. Se trata de una decisión dudosa desde el punto de vista de la eficiencia, y puede acarrear pérdidas adicionales.
El futuro de los vehículos blindados de los ocupantes depende de la capacidad de su complejo militar-industrial para resolver los problemas con protección y potencia de fuego. Mientras tanto, el otrora formidable soldado de infantería se está convirtiendo en un “cañón de asalto” sin perspectivas claras.