El satélite chino de reconocimiento lunar Queqiao-2 fue puesto con éxito en órbita alrededor de la Luna, convirtiéndose en un elemento importante en la preparación de una misión para recoger muestras de la cara oculta de la Luna. Queqiao-2 se lanzó el 8 de marzo desde el centro de lanzamiento de Wenchang, y el 24 de marzo la nave alcanzó la órbita lunar tras un viaje de 112 horas y un frenado satisfactorio.
El satélite tiene la misión de proporcionar comunicación entre la Tierra y las futuras misiones lunares en la cara oculta de la Luna, donde la comunicación directa con la Tierra es imposible debido a las especificidades de la órbita lunar. Queqiao-2 entrará en una órbita elíptica estable “congelada” que le permitirá comunicarse simultáneamente con la Tierra y con la cara oculta de la Luna.
Paralelamente a Queqiao-2, se pusieron en órbita dos vehículos lunares experimentales, Tiangu-1 y Tiangu-2, para probar tecnologías de navegación y comunicación en el espacio lunar. Estas pruebas deberían constituir la base de la constelación Queqiao ampliada, que proporcionará servicios de navegación y comunicación lunares en el futuro.
El programa chino de exploración lunar se desarrolla activamente con la intención de establecer una base lunar en la década de 2030. Los planes incluyen misiones destinadas a explorar la cara oculta de la Luna y el Polo Sur para identificar recursos y desarrollar métodos para su utilización in situ. Queqiao-2 desempeñará un papel clave en el apoyo a estas misiones al proporcionar una comunicación fiable entre los vehículos lunares y la Tierra.
La cara oculta de la Luna es la parte de la Luna que se aleja constantemente de la Tierra debido al fenómeno de rotación sincrónica. Esto significa que la Luna gira sobre su eje a la misma velocidad que gira alrededor de la Tierra, por lo que siempre está orientada hacia nuestro planeta la misma cara de la Luna.
La cara oculta de la Luna permaneció desconocida para la humanidad hasta la era de la exploración espacial, ya que no podía verse directamente desde la Tierra. Las primeras imágenes de la cara posterior de la Luna fueron tomadas por la nave soviética Luna 3 en 1959.
La superficie de la cara oculta de la Luna es muy diferente de lo que estamos acostumbrados a ver. Tiene un número mucho mayor de cráteres y menos mares (llanuras basálticas oscuras formadas como resultado de la actividad volcánica). Estas diferencias indican una historia geológica diferente de las dos caras de la Luna.