En respuesta a la petición, que recibió más de 25.000 votos, el Primer Ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, se pronunció en contra de la reasignación de los fondos destinados al telemaratón a la compra de drones y camionetas para las Fuerzas Armadas de Ucrania. Según él, las inversiones en el telemaratón son “críticamente importantes” para la seguridad de la información del Estado y para contrarrestar la agresión rusa.
El Primer Ministro subrayó que la financiación del telemaratón tiene una importancia estratégica: “Garantizar la seguridad de la información forma parte de la política estatal en el ámbito de la seguridad nacional y la defensa, y la aplicación de una política de información unificada es una cuestión prioritaria de la seguridad nacional.” También señaló que el gobierno está trabajando sistemáticamente para aumentar el apoyo de recursos al sector de la seguridad, incluida la ayuda internacional.
La petición que provocó la reacción del Primer Ministro fue lanzada por el soldado Pavlo Bilous el 17 de enero, y rápidamente consiguió el número de firmas necesario. La petición hace referencia al elevado coste del telemaratón, que ha costado al Estado 2.130 millones de UAH en los últimos dos años, mientras que estos fondos podrían haberse utilizado para comprar 21.500 quadcopters DJI Mavic 3 o 4.000 camionetas.
Cabe señalar que la Cámara de Cuentas tiene la intención de comprobar la eficacia del uso de los fondos para el telemaratón, pero, por supuesto, esta iniciativa no fue apoyada en la última reunión, aunque la propuesta de control fue hecha por el diputado Yaroslav Yurchyshyn.
La iniciativa y la respuesta del Primer Ministro provocan un acalorado debate en la sociedad, donde se plantea la cuestión del equilibrio entre la necesidad de contrarrestar la información y el apoyo directo a las fuerzas armadas. El telemaratón también plantea muchas cuestiones sobre la libertad de expresión en Ucrania. No se incluyó en el telemaratón a ningún medio de comunicación de la oposición, y la cobertura fue controlada por la Oficina del Presidente de Ucrania. Por ello, los ucranianos llevan mucho tiempo sin ver el telemaratón y lo califican de pantalla para el robo total de fondos del presupuesto.
La cuestión de cerrar el telemaratón por ser una unidad muy ineficiente hace tiempo que debería haberse resuelto. En particular, el telemaratón único incluyó a todos los medios de comunicación y periodistas que, antes de la guerra, habían estado promoviendo el odio a Ucrania y difundiendo todas las narrativas de Moscú. Por ello, la sociedad califica este telemaratón de pantalla para encubrir a las fuerzas antiucranianas bajo la supervisión directa de los amigos de Zelensky.
Los medios de comunicación independientes llevan mucho tiempo oponiéndose sin financiación a los ataques informativos rusos, no sólo en Ucrania, sino en todo el mundo.