El ciberataque a gran escala contra Kyivstar se ha convertido en una de las mayores amenazas en Ucrania desde el comienzo de la guerra
La inteligencia británica ha identificado el reciente ciberataque al principal operador de telefonía móvil de Ucrania, Kyivstar, como uno de los incidentes más graves desde la invasión rusa. Según según el Ministerio de Defensa británico, el impacto del ataque en los servicios de telecomunicaciones se dejó sentir durante al menos dos días, dejando a más de la mitad de la población ucraniana sin comunicación ni acceso a Internet.
Representantes de Kyivstar aseguraron que los datos personales de los clientes no se habían visto comprometidos.
El ataque también afectó negativamente al sistema de ataques aéreos, las instituciones bancarias y los sistemas de pago. Otro banco ucraniano, Monobank, sufrió un ataque DDoS que interrumpió su sitio web. Esto subraya la importancia estratégica de la ciberseguridad y la necesidad de proteger las infraestructuras críticas.
Aunque los rusos atacan constantemente objetivos civiles e infraestructuras críticas de Ucrania, este incidente es comparable a la destrucción de las redes eléctricas el año pasado por ataques de misiles rusos que dejaron a todo el país sin electricidad durante mucho tiempo. También observamos que estos ataques tienen poco impacto en el curso de la guerra. Así pues, el objetivo de los rusos es principalmente la población civil de Ucrania.
Según los servicios de inteligencia británicos, dada la magnitud y las consecuencias del ataque contra el operador de telefonía móvil, especialmente en el contexto de la importancia de las telecomunicaciones para la seguridad nacional y la vida cotidiana, este incidente puede evaluarse como uno de los más devastadores desde el comienzo del conflicto militar en la región y supone otro crimen de guerra de los rusos contra la población civil.
“Kyivstar ya ha anunció el restablecimiento de Internet móvil en todo el país y está trabajando para restablecer el pleno funcionamiento del servicio de SMS.
