El ataque ruso a la central hidroeléctrica de Dnipro se salda con un muerto y daños en la planta

El 22 de marzo, DniproHES, la mayor central hidroeléctrica de Ucrania, fue atacada, matando a una persona. El ataque fue denunciado por Ukrhydroenergo, que subrayó que, pese al ataque, no había amenaza para la propia presa y la situación seguía bajo control.

El director de Ukrhydroenergo, Ihor Syrota, declaró en una entrevista a Radio Liberty que la central había sufrido dos impactos directos, que dañaron la HPP-2 y podrían imposibilitar su uso en el futuro. La restauración de los equipos dañados y de la sala de máquinas requerirá evaluaciones y trabajos adicionales.

La Fiscalía General informó de la muerte de una persona como consecuencia del ataque y abrió diligencias por violación de las leyes y usos de la guerra.

El Centro de Lucha contra la Desinformación señaló que, tras el bombardeo, Rusia podría recurrir a la IPSO para sembrar el pánico entre la población, en particular difundiendo información falsa sobre la “destrucción de la presa” y un posible corte total del suministro eléctrico en Ucrania. El Centro subrayó que dicha información era falsa.

El 22 de marzo, las fuerzas de ocupación rusas llevaron a cabo otro bombardeo masivo de Ucrania. Los terroristas rusos lanzaron 151 armas de ataque aéreo contra Ucrania: 63 UAV de ataque Shahed-136/131, 12 misiles balísticos Iskander-M, 40 misiles de crucero X-101/X-555, 5 misiles de crucero X-22, 7 misiles balísticos aéreos X-47M2 Kinzhal, 2 misiles guiados X-59 y 22 misiles antiaéreos guiados S-300/S-400. Así lo informó la Fuerza Aérea de Ucrania.

La defensa antiaérea ucraniana destruyó 92 objetivos aéreos como resultado de la batalla aérea:

  • 55 UAV de ataque del tipo Shahed-136/131;
  • 35 misiles de crucero X-101/X-555;
  • 2 misiles guiados X-59.

Como consecuencia del ataque ruso, las infraestructuras civiles energéticas críticas resultaron dañadas en muchas zonas. En particular, en las regiones de Kharkiv, Dnipro, Sumy y Zaporizhzhia. Las líneas eléctricas aéreas, las subestaciones, la central hidroeléctrica de Dnipro y las centrales térmicas de DTEK sufrieron daños. Los ingenieros eléctricos están llevando a cabo trabajos de restauración.

En este contexto, funcionarios estadounidenses pidieron a Ucrania que no se resistiera a Moscú ni tomara represalias contra las instalaciones energéticas rusas. Es decir, “darlo por hecho” porque los estadounidenses temen el aumento de los precios de la energía. Así lo informó el Financial Times, citando sus propias fuentes.

Según fuentes del FT, la Casa Blanca está cada vez más frustrada con los “descarados” ataques de drones ucranianos que han golpeado refinerías, terminales, depósitos e instalaciones de almacenamiento en todo el oeste de Rusia, dañando su capacidad de producción de petróleo. Por desgracia, el hecho de que los rusos estén bombardeando Ucrania y matando ucranianos no preocupa a Estados Unidos.

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