Científicos descubren una nueva clase de vida que existe en el intestino humano
Los científicos que estudian las bacterias que viven en el intestino humano han descubierto una clase completamente nueva de objetos similares a los virus. No se encontraron secuencias ni similitudes estructurales con otros objetos biológicos.
Así lo informa Science Alert.
El biólogo Ivan Zheludev, de la Universidad de Stanford, y sus colegas creen que no han encontrado virus, sino un grupo completamente nuevo de objetos que pueden ayudar a salvar la antigua distancia entre las moléculas genéticas más simples y los virus más complejos.
“Los obeliscos son una clase de ARN diversos que han colonizado y pasado desapercibidos en los microbiomas humanos y de todo el mundo”, afirman los investigadores en su artículo.
El obelisco debe su nombre a las estructuras altamente simétricas en forma de varilla formadas por secciones retorcidas de ARN. Su tamaño es de sólo 1000 caracteres (nucleótidos). Según los estudiosos, esta brevedad puede explicar por qué los obeliscos no se encontraron antes.
Sin embargo, la investigación aún no ha sido revisada por pares.
Los científicos estudiaron 5,4 millones de conjuntos de datos de secuencias genéticas publicadas e identificaron casi 30.000 obeliscos diferentes. Aparecían en aproximadamente el 10% de los microbiomas humanos estudiados por el equipo.
En un conjunto de datos, se encontraron obeliscos en el 50% de las muestras de cavidad oral de pacientes. Además, existen diferentes tipos de obeliscos en distintas partes de nuestro cuerpo.
Los científicos también lograron aislar un tipo de célula huésped obelisco, Streptococcus sanguinis, en el microbioma humano. Es el microbio más común en la boca humana. La longitud de los obeliscos de estas bacterias era de 1137 nucleótidos.
“Hasta ahora no conocemos a los “propietarios” de los demás obeliscos. Es razonable suponer que al menos una parte puede estar en las bacterias”, escriben Zheludev y sus colegas.
Según los científicos, todos los obeliscos contienen códigos para una nueva clase de proteínas, que los investigadores denominaron aubinas. Y las “instrucciones” para crear estas proteínas ocupan aproximadamente la mitad del material genético del obelisco. Dado que estas proteínas están presentes en todos los obeliscos, probablemente sean responsables de su replicación.