La nueva imagen de NGC 2264, también conocido como el “Árbol de Navidad”, es un cúmulo de estrellas jóvenes de entre uno y cinco millones de años situado en la Vía Láctea, a una distancia de unos 2.500 años luz de la Tierra.
Así lo informó el servicio de prensa de la NASA.
Las estrellas de NGC 2264 son tanto más pequeñas como más grandes que el Sol, y van desde las que tienen menos de una décima parte de la masa del Sol hasta las que tienen unas siete masas solares.
Esta nueva imagen refuerza el parecido con un árbol de Navidad mediante una combinación de colores y rotación. Las luces azules y blancas son estrellas jóvenes que emiten rayos X. El gas de la nebulosa brilla en verde, lo que corresponde a las “agujas” del árbol, y las estrellas del primer plano y del fondo brillan en blanco.
Las estrellas jóvenes como NGC 2264 son variables y a menudo se iluminan en rayos X, y también experimentan otros tipos de cambios que pueden verse en diferentes tipos de luz. Sin embargo, los cambios coordinados de parpadeo que se muestran en esta animación son artificiales para resaltar la disposición de las estrellas en los rayos X y destacar la similitud de este objeto con un árbol de Navidad. De hecho, los cambios en las estrellas no están sincronizados.
Las variaciones observadas se deben a varios procesos diferentes. Algunos de ellos están relacionados con la actividad de los campos magnéticos, incluidas llamaradas similares a las que experimenta el Sol pero mucho más potentes, así como puntos calientes y zonas oscuras en la superficie de las estrellas que aparecen y desaparecen de la vista a medida que éstas giran. También puede haber cambios en el espesor del gas que oscurece las estrellas y cambios en la cantidad de material que sigue cayendo sobre las estrellas desde los discos de gas circundante.
El jueves 14 de diciembre, una nave espacial de la NASA detectó un enorme pulso de radiación energética. El Sol ha liberado la llamarada más potente desde septiembre de 2017.
