China ha creado la primera arma de microondas del mundo propulsada por motores Stirling
Un grupo de científicos chinos informó sobre el desarrollo y las pruebas de potentes armas de microondas para derrotar drones, aviones e incluso satélites. Pero lo más sorprendente es que la electricidad la generan cuatro motores Stirling instalados en el camión. Como resultado, la plataforma de combate sólo consume el 20% de la energía necesaria para alimentar armas de energía alternativa y puede funcionar continuamente durante cuatro horas.
Se trata del primer anuncio público de la creación de un sistema de microondas de combate propulsado por motores Stirling. En China se están desarrollando motores Stirling para la generación de energía en el espacio y en espacios reducidos, por ejemplo, para submarinos. Estos motores funcionan con un volumen cerrado del cuerpo de trabajo y pueden utilizar para ello cualquier calor externo.
En el caso de un cañón o emisor de microondas, cuatro motores Stirling compactos montados en la plataforma de un vehículo no sólo generan electricidad, sino que también funcionan como un refrigerador, eliminando el calor de la bobina superconductora, el corazón del arma. La bobina genera un campo electromagnético con una intensidad de hasta 4 teslas. Es 68.000 veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra y sólo la mitad que el del Gran Colisionador de Hadrones. La estabilidad y la potencia del campo electromagnético generado por la bobina superconductora son la clave del funcionamiento regular de tales armas.
La limitación para el funcionamiento de los motores Stirling era un límite inferior de refrigeración admisible bastante elevado. Así que dejan de funcionar cuando la temperatura es de 40-50 °C bajo cero. Para combinar los motores con una bobina magnética superconductora, era necesario seleccionar materiales con superconductividad a alta temperatura para su bobinado. En concreto, era adecuada una cinta fabricada con ReBCO (óxido de bario-cobre de tierras raras).
El matiz es que China compró esta cinta fabricada en Estados Unidos. En 2018, el Gobierno estadounidense prohibió el suministro de estos productos a China, por lo que tuvimos que crear nuestra propia producción de este material. En China, lo hizo Shanghai Superconductor. En menos de dos años, fue capaz de producir 400 km anuales de cinta, que se demanda para toda una serie de aplicaciones, desde armas a reactores y maglevs. A finales de 2024, la capacidad de producción aumentará a 2.000 km anuales. Según fuentes chinas, las empresas estadounidenses han empezado a comprar esta cinta a China, abandonando a los proveedores de Estados Unidos y otros países.
Los científicos informaron de su logro en el desarrollo de armas de microondas basadas en motores Stirling en un artículo publicado en la revista High Power Laser and Particle Beams. El equipo conjunto del Instituto Noroccidental de Tecnología Nuclear de Xi’an y el Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Academia China de Ciencias de Pekín fue el responsable del desarrollo. Los desarrolladores admiten que la instalación dista mucho de ser perfecta. Sin embargo, funciona y puede mejorarse.