Los científicos han restablecido el contacto con un satélite de reconocimiento estadounidense desaparecido hace 25 años, tras haberlo descubierto en órbita terrestre después de su desaparición. Lanzado en 1974, el satélite era un dispositivo experimental destinado a apoyar misiones de reconocimiento a gran escala, pero se perdió el contacto en 1999.
El satélite se llamaba S73-7 y era de pequeño tamaño: sólo 66 cm de ancho. Su tarea consistía en servir de objetivo de calibración para la teledetección, pero debido a problemas técnicos, no consiguió cumplir con éxito sus funciones y desde entonces se considera parte de la basura espacial. Debido a su baja eficacia radar, el satélite era difícil de detectar en el radar, lo que dificultó su localización durante muchos años.
El restablecimiento de la comunicación con el S73-7 fue posible gracias a la mejora de la tecnología de seguimiento de objetos en órbita y a la combinación de datos de archivo y actualizados, lo que nos permitió identificar con mayor precisión la ubicación del satélite. Este descubrimiento no sólo confirma la capacidad de la tecnología moderna para recuperar datos perdidos, sino que también pone de relieve la importancia de seguir vigilando el espacio exterior para evitar posibles amenazas de la basura espacial.
Este satélite es ahora una parte importante de la investigación destinada a estudiar y mejorar las tecnologías de control de las naves espaciales y su interacción con los sistemas de radar, lo que podría tener implicaciones significativas para futuras misiones espaciales.
