Las toallitas húmedas se han convertido en un producto de higiene muy popular. Pero a menudo la gente sobrevalora su utilidad y las utiliza incluso cuando existen otras alternativas. Te explicamos lo que falla en este método de limpieza.
Utiliza toallitas húmedas para limpiarte las manos, desmaquillarte, para el cuidado del bebé o incluso para limpiar. Incluso los astronautas de la ISS utilizan toallitas húmedas para protegerse de la radiación.
Antipatía de las toallitas húmedas
Es cómodo, pero no respetuoso con el medio ambiente: las toallitas húmedas suelen estar hechas de fibras sintéticas e impregnadas de fórmulas antibacterianas con fragancias y suavizantes.
Las toallitas húmedas no son biodegradables y son difíciles de reciclar. Las toallitas húmedas suelen tirarse por el inodoro, pero no empapan y obstruyen el sistema de alcantarillado. No se pueden compostar.
Las toallitas húmedas están envasadas en plástico. Los envases de las toallitas húmedas se fabrican con materiales multicomponentes que no se reciclan. Esto significa que, tras su uso, acaban en los vertederos. Las toallitas húmedas contienen fragancias que pueden provocar alergias. No es un problema descabellado: el 10% de las personas son alérgicas a las fragancias, de las cuales el 42% lo son a las fragancias de los cosméticos.
Una falsa sensación de pureza
Las toallitas húmedas crean una sensación de limpieza donde no la hay. Por ejemplo, antes de comer en una cafetería, una persona se limpia las manos con una servilleta húmeda en lugar de ir al baño a lavárselas con agua y jabón. Puede parecer que esto es suficiente, pero no lo es.
Incluso los desinfectantes con un 60% de alcohol no matan todos los tipos de gérmenes, no son tan eficaces para las manos sucias y grasientas, y no eliminan las sustancias químicas. Además, las toallitas húmedas normales no te ayudarán con esto, por lo que no es buena idea sustituir el lavado de manos por ellas.
Cuándo no utilizar toallitas húmedas
A veces las toallitas húmedas son realmente necesarias, por ejemplo, para limpiar las manos de un niño durante un paseo. Pero por lo demás, debes utilizarlos con prudencia:
- no sustituyen al lavado de manos. Si es posible lavarse las manos con agua y jabón, es mejor hacerlo. Así tendrás las manos más limpias y dejarás menos basura;
- No lo utilices para limpiar la casa. Para limpiar el polvo, es mejor utilizar paños reutilizables y lavables;
- no utilizar para la higiene de los niños en casa. Por ejemplo, al cambiar un pañal. En general, si hay agua, jabón y una toalla cerca, es mejor utilizarlos: es más higiénico y respetuoso con el medio ambiente.
Si quieres prescindir por completo de las toallitas húmedas, puedes utilizar clorhexidina. Puedes verter el producto en una botellita y, si es necesario, empapar con él un pañuelo limpio o una toalla pequeña y limpiarte las manos y las superficies. Si es necesaria la desinfección, trátala además con un desinfectante, ya que la clorhexidina no es un sustituto.
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