Aviones no tripulados ucranianos atacan dos refinerías de petróleo rusas a casi 1.000 km de distancia
Se ha informado de que esta mañana nuestros drones kamikazes han alcanzado dos refinerías de petróleo rusas situadas en la región de Samara de la Federación Rusa, al menos a 900 kilómetros de la frontera estatal de Ucrania.
Los impactos se registraron en la refinería de Novokuibyshevsk y en la planta de producción de Syzran (que tiene una capacidad de diseño de 8,5 millones de toneladas anuales), y en esta última se habría golpeado la unidad de procesamiento de crudo ELOU-AVT-6, concretamente la columna K-2.
Hay otro punto interesante: según algunos informes, también se encontraron los restos de un avión no tripulado Tu-141 Strizh en la región de Briansk de la Federación Rusa. Pero aún no hay detalles de que este vehículo aéreo no tripulado, por ejemplo, haya sido derribado hoy por la defensa antiaérea rusa.
No obstante, ya podemos extraer algunas conclusiones preliminares de la actual campaña de huelgas contra las refinerías rusas, que plantean interesantes interrogantes.
Hasta ayer por la tarde, un total de 10 refinerías rusas habían sido afectadas, elevando el número a 12. Al mismo tiempo, dada la envergadura de cada una de estas instalaciones, está claro que los planificadores de la huelga ni siquiera pretendían destruir estas refinerías hasta los cimientos, sino paralizar el proceso de producción al menos durante algún tiempo. Esto se consiguió golpeando las unidades de refinado de petróleo al vacío, que son esencialmente grandes “columnas” de varias decenas de metros de altura y varios metros de diámetro.
Todo esto plantea las siguientes preguntas, que probablemente aún no tengan respuesta. Por ejemplo, ¿qué soluciones tecnológicas permiten garantizar que nuestros drones alcancen las refinerías rusas con tanta precisión, especialmente a tan larga distancia?
Además, también se plantean cuestiones sobre las soluciones tecnológicas que podrían ayudar a nuestros drones a superar una especie de “cinturón” de sistemas de guerra electrónica de varias decenas de kilómetros de ancho en la frontera con Rusia, como ya informaron anteriormente los medios de comunicación occidentales.
Y también, qué técnicas se utilizan para despistar a las defensas aéreas rusas para que puedan ser vulneradas por nuestros drones. Después de todo, si los rusos pueden permitirse mantener incluso helicópteros de ataque Mi-28 y Mi-24 muy por detrás de la línea del frente para “cazar” nuestros UAV, es poco probable que el enemigo tenga problemas con el número de medios de defensa aérea. Pero sin duda hay un problema con la organización de su trabajo.
