Apple deja de desarrollar su propio coche eléctrico, en el que lleva trabajando 10 años

Apple está poniendo fin a una década de esfuerzos para construir un coche eléctrico, según fuentes internas. Mark Gurman, de Bloomberg, afirma que la empresa sorprendió el martes a los 2.000 empleados que trabajaban en el proyecto con esta decisión.

La decisión no pública fue acordada por el Director de Operaciones de la empresa, Jeff Williams, y el Vicepresidente Kevin Lynch. Estos responsables informaron al personal de que el proyecto se estaba reduciendo. Muchos empleados del equipo de automoción, conocido como Grupo de Proyectos Especiales o SPG (Special Projects Group), serán transferidos al departamento de IA dirigido por John Giannandrea. Estos empleados se centrarán en proyectos de inteligencia artificial generativa, que se está convirtiendo en una prioridad cada vez más importante para la empresa.

El equipo del Apple Car también está formado por varios cientos de ingenieros de hardware y diseñadores de coches. Es posible que puedan solicitar puestos de trabajo en otros equipos de Apple. Se prevén despidos, pero no está claro cuántos habrá.

Esta información extraoficial de Bloomberg fue bien recibida por los inversores: el martes, la cotización de Apple subió alrededor de un 1%, hasta 182,63 dólares.

Elon Musk saludó la noticia con un tuit con emoticonos:

La decisión de cerrar definitivamente el proyecto fue una bomba para la empresa y puso fin al multimillonario programa Project Titan, que se suponía iba a llevar a Apple a una industria completamente nueva. El gigante tecnológico empezó a trabajar en el coche alrededor de 2014, con el objetivo de crear un vehículo eléctrico totalmente autónomo con un interior similar al de una limusina y navegación por voz.

Pero el proyecto tuvo problemas casi desde el principio, ya que Apple cambió varias veces la dirección y la estrategia del equipo. Lynch y Williams se hicieron cargo de la empresa hace varios años, tras la marcha de Doug Field, ahora alto ejecutivo de Ford Motor Co.

A Apple le faltaban muchos años para producir un coche y barajó muchas opciones de diseño. La tecnología de conducción autónoma planteaba un grave problema. Apple lleva probando su sistema en carretera desde 2017 utilizando el exterior de un todoterreno Lexus y decenas de coches en carreteras estadounidenses. La empresa también probó componentes más secretos en la gigantesca pista de Phoenix que antaño perteneció a Chrysler.

Según fuentes internas, la alta dirección de Apple tomó la decisión en las últimas semanas. La última decisión antes de eso fue posponer el lanzamiento del coche hasta 2028 y rebajar las especificaciones de conducción autónoma del Nivel 4 al Nivel 2+. Apple planeó en su día crear un coche sin volante ni pedales, pero abandonó la idea. La empresa también dedicó tiempo a trabajar en un centro de mando remoto que pudiera sustituir al conductor.

En virtud del nuevo acuerdo, Lynch dependerá de Giannandrea. Anteriormente, dependía de Williams, que también dirigió el desarrollo de software para el Apple Watch.

Más recientemente, Apple imaginó que el coche costaría unos 100.000 dólares. Pero a los directivos les preocupaba si el vehículo sería capaz de reportar los beneficios que Apple suele obtener con sus productos. A la Junta también le preocupaba seguir gastando cientos de millones de dólares al año en un proyecto que podría no ver nunca la luz.

Centrarse en la inteligencia artificial puede ser una mejor opción, según los analistas de Bloomberg Intelligence Anurag Rana y Andrew Girard: “La decisión de Apple de alejarse de los coches eléctricos y centrarse en la inteligencia artificial generativa es un buen movimiento estratégico, en nuestra opinión, dado el potencial de rentabilidad a largo plazo de los flujos de ingresos de la IA en comparación con los coches.”

Apple se enfrenta a un enfriamiento en el mercado de los vehículos eléctricos. El crecimiento de las ventas se ha ralentizado en los últimos meses, ya que los elevados precios y la falta de infraestructuras de recarga impiden a los compradores de a pie pasarse a los vehículos totalmente eléctricos. General Motors y Ford están intentando producir más coches híbridos tras enfrentarse a una débil demanda de vehículos eléctricos y a cuellos de botella en la producción. Otros fabricantes de automóviles están reduciendo considerablemente los precios de los vehículos eléctricos, los planes de producción y las previsiones de beneficios.

Tesla, pionera de la revolución del vehículo eléctrico en Estados Unidos, ha advertido de que su ritmo de expansión será significativamente menor este año. Según UBS AG, el crecimiento de las ventas nacionales de vehículos eléctricos se ralentizará hasta el 11% este año, frente al 47% previsto para 2023.

Fuente itc
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