Cazas de la Fuerza Aérea turca en alerta por el ataque a puertos ucranianos
Aviones de combate F-16 de la Fuerza Aérea turca de la misión de la OTAN en Rumanía se lanzaron al aire durante el ataque ruso a la infraestructura portuaria ucraniana en el río Danubio en la noche del 9 al 10 de febrero.
Así lo afirma una declaración del Ministerio de Defensa rumano.
“El Ministerio de Defensa Nacional supervisó la situación en la zona fronteriza y activó los procedimientos de la Policía Aérea, notificando a la Inspección General de Situaciones de Emergencia a las 00.26 las zonas de Tulcea que podrían verse afectadas por los riesgos asociados a esta situación, y más tarde, a las 00.48 las de Reni”, señala el comunicado.
Alrededor de la 01:15 horas, cazas F-16 de la Fuerza Aérea turca despegaron de la 86ª Base Aérea de Fethiye para vigilar el espacio aéreo.
Además, dos cazas F-16 de la Fuerza Aérea Rumana estaban preparados para el despliegue. No se registraron violaciones del espacio aéreo rumano durante los ataques.
El Ministerio rumano de Defensa Nacional condena enérgicamente los ataques perpetrados por Rusia contra infraestructuras civiles en los puertos ucranianos del Danubio.
“Estos ataques son injustificados y contravienen gravemente el derecho internacional humanitario”, subraya el Ministerio de Defensa rumano.
En diciembre de 2023, Militarny informó de que un dron ruso se había estrellado en Rumanía.
En ese momento, aviones F-16 de la Fuerza Aérea Rumana de la 86ª Base Aérea Fătăști y aviones Eurofighter Typhoon de la Fuerza Aérea Alemana de la 57ª Base Aérea Mihail Kogălnicănu estaban vigilando el espacio aéreo nacional.
El radar de vigilancia de las Fuerzas Armadas rumanas indicó una posible violación no autorizada del espacio aéreo nacional al detectar una señal a baja altitud en una de las rutas que conducen al distrito de Grinda, en Tulcea.
Basándose en esta información, equipos mixtos del Ministerio de Defensa Nacional y del Ministerio del Interior se desplazaron a la zona e informaron por la mañana de que se había formado un cráter de 1,5 metros de profundidad como consecuencia del accidente del dron.