La startup británica Firefly ha desarrollado un innovador combustible para aviones a partir de residuos humanos
La empresa británica Firefly Green Fuels ha desarrollado un innovador combustible de aviación fabricado íntegramente a partir de residuos humanos.
El nuevo tipo de combustible para reactores, denominado Firefly, ha sido aprobado por organismos reguladores independientes, que afirmaron que su calidad es prácticamente indistinguible del combustible para reactores A1 tradicional.
La empresa trabajó con expertos de la Universidad de Cranfield para demostrar que su combustible tiene una huella de carbono un 90% inferior a la de la aviación. Cabe señalar que Firefly Green Fuels recibió una subvención de 2 millones de libras del Departamento de Transporte en 2021 para continuar con el desarrollo.
Firefly Green Fuels se produce procesando aguas residuales depuradas mediante un proceso de licuefacción hidrotermal. Este proceso convierte los residuos líquidos en petróleo crudo o lodos, y los subproductos sólidos pueden utilizarse como abono.
La empresa ya se ha asociado con la aerolínea de bajo coste Wizz Air, que tiene previsto utilizar combustible Firefly a partir de 2028. Firefly Green Fuels afirma tener una intensidad de emisiones de dióxido de carbono de sólo 7,97 gramos por megajulio, un orden de magnitud inferior al combustible tradicional para aviones.
El combustible ecológico para reactores producido a partir de residuos es una innovación que puede reducir significativamente la huella de carbono de la industria de la aviación sin dejar de ser competitiva en calidad. Firefly Green Fuels prevé poner en marcha su primera planta comercial en 5 años.
