Los investigadores han descrito los restos de antiguos “dragones” marinos sorprendentemente bien conservados: reptiles submarinos depredadores de mososaurios. El fósil, llamado Wakayama Soryu, que significa dragón azul, fue descubierto en la prefectura de Wakayama en 2006. Es el esqueleto de mosasaurio más completo jamás descubierto en el Pacífico noroccidental.
El coautor del estudio, Akihiro Misaki, de la Universidad de Cincinnati, descubrió los huesos cuando buscaba ammonites (invertebrados) en la arenisca. En su lugar, encontró un extraño fósil oscuro. Un análisis minucioso demostró que se trataba de una vértebra. Nuevas excavaciones permitieron descubrir un mosasaurio casi perfecto, de unos 72 millones de años de antigüedad.
Paleontólogos de la Universidad de Cincinnati han estudiado minuciosamente los fósiles y han descubierto rasgos físicos inusuales de este antiguo depredador marino. Este mosasaurio se distinguía por su impresionante tamaño, comparable al de un gran tiburón blanco. Tenía “aletas traseras extralargas” que probablemente facilitaban el movimiento en combinación con una cola alargada.
El mesosaurio fósil, al que los científicos bautizaron como Megapterygius wakayamaensis, tenía una aleta en la espalda parecida a la de un tiburón. Los investigadores creen que la aleta ayudaba al reptil a moverse con rapidez y precisión en el agua. Esto lo distingue de otros mosasaurios.
Los investigadores creen que la gigantesca criatura tenía casi “visión binocular”, lo que potenciaba sus habilidades como formidable cazador. Los mosasaurios eran depredadores ápice y dominaron los antiguos océanos desde hace unos 100 a 66 millones de años. Su existencia llegó a su fin debido a la misma extinción masiva que acabó con casi todos los dinosaurios.